Un residuo electrónico es todo aquel dispositivo eléctrico o electrónico que utilice un suministro de energía, que haya alcanzado su vida útil o haya perdido valor para sus dueños.
Los productos electrónicos están constituidos por diferentes componentes que contienen metales pesados y sustancias tóxicas como son: arsénico, níquel, mercurio, plomo, cadmio, berilio, cromo, bario, y contaminantes orgánicos persistentes (como los polibromodifenil éter -PBDE-) entre otras.
Cuando los residuos electrónicos no se disponen de manera adecuada, por ejemplo, se liberan contaminantes orgánicos persistentes (COP) causando afectaciones a la salud y medio ambiente.
Algunos efectos a la salud asociados a la exposición crónica a dichas sustancias son cáncer de piel, cáncer de pulmón, enfermedad en los huesos, daño renal y genético entre otras.
Con la finalidad de informar a los consumidores de productos electrónicos y prevenir estos efectos negativos, consulta en tu entidad federativa, delegación o municipio cuando se llevarán a cabo jornadas de acopio y cuáles son las empresas autorizadas para el manejo y reciclado de residuos electrónicos.
Recuerda que, si eres un establecimiento industrial, comercial o de servicios que genere una cantidad de igual o superior a 10 toneladas de residuos electrónicos al año o su equivalente en otra unidad de medida, entonces eres un gran generador y deberás de elaborar un plan de manejo de residuos de manejo especial (NOM-161-SEMARNAT-2011).
Intenta utilizar al máximo el ciclo de vida de tus aparatos electrónicos, si dejan de funcionar busca opciones de reparación y cuando decidas deshacerte de ellos, hazlo de manera adecuada.
Bibliografía consultada:
La información presentada en el mapa es de las siguientes fuentes: